Haruki Murakami es un autor bastante conocido en occidente y personalmente me gusta su estilo que me recuerda mucho al de escritores latinoamericanos de realismo mágico. Sin embargo, esto es solamente en el aspecto en cómo construye el mundo en el que se desarrollan sus personajes y para nada en los subtemas o la forma de concluir las historias.
Y es que este es un problema general con la mayoría de los títulos del escritor japonés, inicia con mucha fuerza mostrándonos un ambiente interesante, para luego presentar diversos hilos argumentales que al finalizar el libro no concluyen. Me es complicado encontrar a un autor con finales menos satisfactorios como Murkami.
La historia inicia con una chica que se encuentra comiendo en un restaurante familiar durante altas horas de la noche. Es importante recalcar que en Japón existen este concepto de restaurante familiar que para fines prácticos es como un VIPS que abre las 24 horas, entonces es cuando entra un misterioso chico con un estuche de un tipo de instrumento que seguramente es de aire como una trompeta o algo asi.
El chico al parecer conoce a la protagonista y a su hermana, le cuenta cuando ellos y otro tipo fueron en plan de cita doble a una alberca y la que se encontraba en el restaurante estaba completamente absorta en su mundo ya que al igual que en la alberca, no le importaba nada a su alrededor, excepto leer.
El asunto es que el músico no estaba hablando con ella para ligar con ella, sino para ayudar a una amiga que es dueña de un motel cerca que tiene un problema serio: Una prostituta china fue golpeada por uno de sus clientes y ahora necesita a un traductor. Nuestra protagonista es la ideal para el trabajo porque por alguna razón ella habla chino de manera fluida.La china comenta lo que sucedió: Un cliente la golpeó para quitarle su dinero y ropa, además de su bolso por lo que ahora necesitaba un teléfono para hablarle a un agente de la mafia china para que fuera por ella.
La dueña del motel en cuestión es una ex luchadora de lucha libre profesional y se refleja la imponencia de su físico en la manera en cómo habla ya que muestra una seguridad en querer partirle su madre al que le robó a la china.
Sobre la música que nos acompaña “después del anochecer“.
En un libro de Murakami no pueden faltar las referencias musicales hacia el jazz. De hecho, el libro está título así por la canción de Curtis Feller “five spot after dark“, que a pesar de que entiendo la pasión que siente el autor por este género, simplemente no puedo dejar de pensar en lo mucho que no encaja con el tono del libro.
Otras canciones que menciona son I can’t go with that de Daryl Hall y John Oates, Son nata a lagrimar intepretada por Brian Asawa y Jealousy de los Pet Shop Boys que definitivamente permiten crear un increíble ambiente si es que las conocemos y empiezan a sonar en nuestra cabeza, o si simplemente las reproducimos mientras leemos las partes en donde se supone que los personajes las están escuchando.
Finales inconclusos.
El hilo argumental principal termina de manera predecible, la protagonista y el músico comienzan a hacer química y aunque la chava se va a ir a estudiar 6 meses al extranjero, todavía queda la posibilidad de que esa noche haya marcado el inicio de un romance.
Lo que hay que volver a mencionar es la tendencia de dejar sin terminar algunas de las sub historias, como por ejemplo:
-¿Cuál fue la relevancia de la hermana en el libro?
-¿Qué es lo que la llevó para adentro de la televisión o qué significado tenía esto dentro de la trama?
-¿Quién era el misterioso tipo que estaba en la silla mirando hacia la cámara en la silla?
-¿La mafia china iba a lograr vengarse del tipo que golpeó a su mercancía… digo… empleada?
Estas y varias preguntas quedan sin contestar, como en muchos otros títulos de Murakami.
Conclusión:
NO RECOMENDADO
Si no eres fan de Murakami, este es un muy mal libro por dónde comenzar ya que es bastante diferente a sus otros títulos. A pesar de todo, fue un libro que disfruté.